Queridos amigos:
¿Habéis probado alguna vez a contarle cuentos a vuestros hijos? Seguro que sí, quién no ha contado un cuento alguna vez pero mi propuesta no es tanto contarle cuentos de "colorín colorado este cuento se ha acabado" sino a partir de los cuentos PENSAR JUNTO A ELLOS, enseñarles a razonar sobre lo que leen, educar su mundo interior, su dimensión emocional y preocuparnos porque se desarrollen sus valores como personas. Todos, creo yo, queremos niños inteligentes pero todos deberiamos querer también niños con valores humanos. Mi propuesta, pues, partiendo de algunos libros de otros compañeros y de mis propios libros, es que utiliceis el relato, la narración para DESPERTAR en ellos el interés por saber, por aprender, por buscar... Si conseguimos que nuestros hijos tengan curiosidad, inquietudes, capacidad de asombro todo lo demás vendrá solo. Si tenemos que estar detrás de ellos continuamente para que hagan las cosas, malo. Lo que os voy a comentar no es la panacea, no es la solución definitiva pero sí es un intento de crecer junto a ellos, a su propio mundo, a su propia mente, inculcarle desde pequeños que deben ser críticos, creativos. Sí, ya sé, esto es lo que también debería hacer la escuela pero por desgracia no siempre lo hace porque los profesores tienen demasiados alumnos en las clases, porque a ellos les pagan por enseñarles historia o ciencias o mates pero pensar, razonar, los valores o la capacidad crítica es cosa de los padres. Unos a otros se tiran la pelota y a veces no realizamos este tipo de actividades que, está demostrado pedagógicamente, ayuda a los niños a desarrollarse de una manera integral. Pues allá, vamos, sacar, papis, papel y boli y tomar nota:
1.- PARA LOS PAPAS DE NIÑOS ENTRE 3 Y 6 AÑOS. Vuestros hijos todavía no saben leer ni escribir pero ya hablan, comentan, utilizan expresiones incluso abstractas como amigo, bueno, malo, feo, bonito, igual, diferente... Son pequeños filósofos en potencia y no podeis desaprovechar este potencial. Una de mis obras, ¿Cómo educar en valores cívicos a los peques? (Edit. Octaedro) cuyo indice teneis en este blog utiliza la tecnica de ayudar a pensar filosóficamente a tu hijo, a hacerse preguntas desde bien pequeñito. El proceso es muy fácil: os sentais juntos en la cama, antes de dormir, o una mañana, junto a su mesa, y le decis al niño/a que le vais a contar un cuento diferente, un cuento sin dibujos; ellos solo deben escuchar y después, una vez acabado el cuento, jugar a HACERSE PREGUNTAS. Los cuentos son muy cortos pero intensos y están preparados para despertar esa capacidad esencial del ser humano. Después del cuento hay actividades que podeis hacer con ellos, como construir o dibujar lo que se ha pensado o incluso hacer ejercicios de creatividad. Probarlo y me contais luego, escribis en los comentarios de la entrada para que otros padres vean esas posibilidades. Otro libro que podeis utilizar es el de mi amiga Angelica Satiro que se llama Jugar a pensar con cuentos (Edit. Ocatedro) destinado a niños de 3 años.
2.- PARA LOS PAPÁS QUE TENGAN HIJOS ENTRE 6 Y 12 AÑOS. Vuestros hijos ya están en Primaria y en la escuela están aprendiendo una serie de áreas, Conocimiento del Medio, Ciencias, Lenguas; como os dije, todo está muy bien y todas estas cuestiones deben ser aprendidas pero cuántas veces nos quejamos que los temas se los aprenden de memorieta, sin comprender, sin saber lo que leen... Todo esto se entrena y se desarrolla; recordar que el cerebro de un niño está en plena expansión neuronal y que todo es posible; hasta los 18 años nuestra capacidad mental es inmensa y es a partir de esas edades cuando empieza a decrecer. Pues bien, sigamos con el mismo método; utilicemos lecturas que les HAGAN PENSAR y a la vez que les resulten a ellos interesantes. Otra vez nos tocará a nosotros hacer de guías, tratando de sacar lo mejor de nuestros hijos. Por eso, cuando acabemos de leer junto a ellos una hoja, juntos, recordadlo, del relato nos les diremos, ¿lo has entendido? ¿qué pone? ¿sabrías hacerme un resumen? No, estas preguntas son demasiado academicas y no son el principio sino el final del proceso; las cuestiones adecuadas son: ¿te ha gustado? ¿qué preguntas se te vienen a la cabeza después de leer esto? ¿qué personaje te llama la atención? Se trata de PENSAR JUNTO A ELLOS no de hacerles un INTERROGATORIO; así, ellos aprenderán a AMAR LA LECTURA y a disfrutar con lo que leen; esa obsesión escolar de hacer examenes de los libros no deja de ser curiosa y a mi juicio, contraria al buen desarrollo del gusto por las cosas, de la curiosidad por lo que nos rodea. Si perdemos algún día nuestra capacidad de aprender, podemos ya certificar nuestra muerte mental. Cuantos niños, ya desde bien pequeñitos, son pequeños automatas que se alimentan del saber sin digerirlo para luego vomitarlo en examenes que les clasificarán entre buenos o malos, listos o torpes; esto ya lo hace el sistema y es necesario adpatarse a él pero creo que no debemos nunca renunciar a otros valores como los que he dicho tales como el juicio crítico, la creatividad o los mismos principios morales que les harán ser ciudadanos responsables y bien valorados donde quiera que estén y quizá, por qué no, contribuya más a su felicidad nuestra "obsesion" porque sean buenas personas que porque sean los mejores en todo. El consejo para estas edades es utilizar un Proyecto Educativo que se denomina MAS QUE CUENTOS, el título es Lecturas para Crecer y está editado en Edelvives. En ese proyecto hay lecturas para cada año, para los 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12 años, un libro por año. Leer cada semana con vuestros hijos un capítulo y luego hacer algunas actividades que vienen en el libro junto a ellos y luego me comentais. Estos libros están también destinados a los profesores pero muchas veces, lo que decimos, o bien no hay tiempo porque los programas aprietan o bien no se valora lo suficiente impelemntar en los centros programas de desarrollo de valores o de emociones.
